El Gobierno de Milei no logró convencer a los supermercados para bajar los precios y respondieron liberando las importaciones.
Todo empezó con los fallidos intentos de convencer, a través de súplicas y otras monerías, a los dueños de supermercados para que bajen los precios, ya que el mercado parece no lograrlo por si solo. Ante la negativa, el cada vez más caprichoso Gobierno de Milei quiso darles una reprimenda, y anunció la apertura de las importaciones para productos de la canasta básica.
Ah pero si eso le parecía poco, el anuncio realizado por el vocero presidencial, Manuel Adornis, incluye la suspensión, por el plazo de 120 días, el cobro de la percepción de IVA adicional e impuesto a las ganancias a las importaciones de estos productos y de los medicamentos.
Entre los principales productos beneficiados se encuentran: banana, papas, carne de cerdo, café, atún, productos de cacao, insecticidas, shampoos, pañales, y otros.
Con esta medida, Javier Milei busca crear las condiciones de competencia para que los supermercados tengan que competir, y de alguna manera bajar los precios, aunque en la praxis ponga en riesgo la producción nacional que no cuenta con ningún tipo de incentivo, con costos cada vez más elevados, que le dificultarán competir contra los importadores. El Gobierno de Milei, una vez que tenga en marcha las importaciones, deberá pensar cómo mantener las fuentes de trabajo que hoy, con este anuncio, peligran, ante una inminente caída de la producción e industria local.
“Los más viejos lo vivimos, se llamó menemismo”, así lo definió el politólogo y docente, Mariano Tilli, mientras relató una breve y triste historia de un fabricante de fideos, que compartimos a continuación: