El presidente de la Nación, Javier Milei, anunció que por fin los argentinos verán los avances de sus políticas.
El cepo cambiario es el santo grial de Javier Milei. El presidente de la Nación, asegura que una vez que logren levantarlo “la actividad reflorecerá”. De esta manera, el jefe de Estado sigue ganando tiempo a costa de la esperanza de los argentinos que en los primeros 100 días de la nueva gestión libertaria vienen viviendo un calvario.
Ahora, resulta que Milei les pide a los ciudadanos “un poco de paciencia”. Y aunque la paciencia no se da en los árboles, muchos eligen aguantar. En otros casos, la paciencia no puede contra el hambre y la desesperación, y el cepo al dólar no le significa beneficio alguno en lo mediato.
“Vamos por el buen camino hacia la normalización de la tasa de inflación”, asegura el líder libertario.
Milei reconoce que la inflación está alta, pero se muestra confiado de que este mes volverá a ser de un solo dígito. Mientras tanto, mantiene entretenida a la platea con la motosierra, para que no se escuche tanto la licuadora.
Mientras algunos creen que la salida del cepo será beneficiosa, otros creen que este repunte del que habla Milei se dará en el contexto de un nuevo endeudamiento, por lo que adelantan que será un “reflote virtual” de la economía.
A las deudas me remito
Para levantar el cepo, el Gobierno viene realizando distintas gestiones reservadas para obtener financiamiento externo por 15.000 millones de dólares (las reservas netas son negativas en unos 2.500 millones de dólares).
En este sentido, se interpretó la visita que realizó al país días atrás un funcionario clave del Tesoro de los Estados Unidos, Brent Neiman, el Subsecretario de Finanzas Internacionales del organismo que conduce Janet Yellen. Cabe recordar que los Estados Unidos es el país que mayor poder de decisión tiene en el directorio del Fondo Monetario Internacional. Más allá de que, aunque no es habitual, podría llegar a otorgar una ayuda directa.
La estrategia oficial pasa, según se comenta en círculos financieros, por obtener una ayuda del orden de los 5.000 millones de dólares del FMI, otro tanto de algún país amigo y aportes menores, cercanos a los 1.000 millones de dólares, de distintos fondos de inversión.
Sin embargo, un elemento a tener en cuenta es que la eventual ampliación del endeudamiento con el Fondo demandará la aprobación del Congreso.