Caso francesas: a 13 años del crimen, el pedido es el mismo


Familiares de las estudiantes francesas asesinadas en Salta insisten con la reapertura de la causa y exigen justicia.

Hace 13 años los salteños recibían el impacto de una noticia aberrante. Dos cuerpos habían sido encontrados en inmediaciones de la Quebrada de San Lorenzo, más tarde se confirmaría que se trataba de Cassandre Bouvier y Houria Moumni, dos estudiantes francesas que visitaban nuestra provincia.

A más de una década, el padre de una de las víctimas insiste con la reapertura de la causa, exigiendo justicia para su hija y su compañera de viaje. Una investigación viciada, manipulación de pruebas, un testigo muerto, torturas y chivos expiatorios le dieron marco a uno de los procesos más irregulares vistos en Salta. Ahora, las autoridades judiciales evitan la posibilidad de volver a abrir un proceso y avanzar en las líneas de investigación que se ignoraron desde un primer momento. El pedido de justicia, como la indiferencia, es el mismo.

El periodista Jean Charles Chatard, publicó un comunicado en el que detalla algunas de las irregularidades de la investigación e impulsa el pedido del Jean Michel Bouvier, advirtiendo que aportarían una carta enviada a este último con datos sensibles del crimen y nombres de los supuestos verdaderos responsables.

En tanto, instan a la Justicia local a resarcir el desastre cometido con Santos Clemente Vera, quien estuvo preso durante 11 años como responsable de este aberrante crimen, sin las pruebas concretas que demuestren su culpabilidad.

“Merece que su inocencia sea reconocida y que se le permita reconstruir su vida”, reza el comunicado.

La pregunta sigue vigente

Gustavo Lasi es el único condenado por el femicidio de Cassandre Bouvier y Houria Muomni. A lo largo de la instrucción se realizaron distintos peritajes y en todos se confirmó la presencia del ADN de Lasi, no así la de los otros acusados: Santos Clemente Vera y Daniel Vilte. Aquí radica una de las principales incógnitas que no se investigaron.

Una de las pericias realizadas por peritos franceses expuso la presencia del ADN de dos personas masculinas y una femenina que jamás fueron trazadas. Asimismo, la pericia realizada como contraprueba por la defensa de Vera también arrojó registros de ADN que no se investigaron. La decisión de la Justicia fue excluir estos informes y seguir con los ojos más vendados que de costumbre.

Otro punto que deja mal parada a la Justicia salteña es la fecha de muerte, ya que, entre la primera autopsia realizada, el estudio entomológico impulsado por el juez Martín Pérez y la virtuopsia de los franceses existen amplias diferencias. Lo que nunca se tuvo en cuenta es la presencia de alimentos sólidos en el estómago de una de las víctimas que echaría por tierra lo expuesto en la instrucción. Aquí radica la duda que aún se mantiene latente y gira en torno a la posibilidad de que Cassandre y Houria hayan permanecido cautivas en algún lugar cercano a la Quebrada de San Lorenzo desde la fecha en las que ingresaron a la reserva (15 de junio de 2011) y la fecha en la que fueron hallados sus cuerpos cerca del mirador (29 de junio de 2011).

Por otra parte, un mensaje de texto al celular de Houria Moumni también es motivo de dudas, el mismo no se investigó y podría ser la última comunicación que recibió la joven víctima.

Además de todo lo descrito hasta acá, el caso sufrió todo tipo de manipulaciones por parte de las autoridades políticas de ese entonces, un comisario de la Brigada de Investigaciones murió en situaciones que dejaron muchas dudas, pero se caratularon como suicidio y los primeros acusados denunciaron torturas, afirmando que funcionarios policiales insistían con que se declaren culpables.

Son muchas cosas las que empañan el accionar de la Justicia y por esto es que tanto Jean Michel Bouvier, como toda la sociedad salteña hoy necesitan de una investigación precisa y a fondo que responda al interrogante que 13 años después, sigue haciendo eco: ¿Quién mató a las francesas?

Las torturas olvidadas

En el año 2011, la Policía de Salta tuvo a su cargo una de las investigaciones más impactantes de la historia salteña: el crimen de las turistas francesas. En ese momento, la exposición pública del caso les exigía rápidos resultados y estos, no dudaron en fabricarlos.

La necesidad de culpables parecía no cuestionar la intensión de fabricarlos y en el medio se radicaron las denuncias por apremios ilegales. Tal y como lo describió Santos Clemente Vera, luego de ser detenido en el mismo patrullero que sería trasladado recibió una golpiza donde de algún modo le exigían que se declare culpable.

Daniel Vilte, sobreseído en primera instancia, contó como padeció la tortura conocida como el submarino, además de golpes y patadas.

Esto dio lugar a las denuncias por torturas y apremios ilegales. Por esto, en marzo de este año, El juez de Instrucción Formal 2, Esteban Dubois, dictó auto de procesamiento en perjuicio de seis efectivos de la Policía de la Provincia.

Los imputados, que arriesgan penas de hasta ocho años de prisión y la exoneración de sus cargos, son: Juan Carlos Paz, Alfredo Daniel Ferrarotti Cattáneo, Carlos Fernando Villagrán Guerrero, Rodrigo Emanuel Bautista, Osvaldo René Guanca y Martín Alberto Flores Saravia.

Todos ellos fueron parte del grupo de 135 policías que el 8 de agosto de 2011, cuando aún no había nada claro -la causa judicial todavía se halla abierta- fueron ascendidos y premiados por su trabajo en el caso, por imperio de una resolución dictada por el exsecretario de Seguridad, Aldo Rogelio Saravia.


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