La crecida del Río Wierna causó estragos y los especialistas advierten que el año próximo podría ser mucho peor para Vaqueros y La Caldera.
En las últimas semanas vimos como el Río Wierna ha causado estragos, tanto en La Caldera, como en Vaqueros, donde derrumbó dos casas. La realidad es que existe una causa natural y es la falta de extracción de áridos, sucede que actualmente las cuencas están generando mucho más material de lo que los ríos pueden evacuar.
Particularmente en Vaqueros todo comenzó con la denuncia de Baltazar Sánchez, quien juntó a otros vecinos para impulsar una demanda contra la Municipalidad por supuestos “daños ambientales y contaminación sonora”. Con una celeridad que no caracteriza a la Justicia de Salta, se hizo lugar a esta presentación suspendiendo la extracción de material y dejando a 9 productores sin la posibilidad de trabajar.
En rigor de verdad, hace más de 3 años que no se realiza la extracción de áridos en este sector, por lo que el material se sigue acumulando y al mismo tiempo, sube el nivel del río sin control del cauce alguno.
En diálogo con Coloquial, el Dr. Ricardo Alonso, explicó: “Todos los ríos, tanto de Salta como de Jujuy están subiendo de nivel por causas geológicas naturales. Se están transformando en ríos obesos. Una de las mejores cosas que se puede hacer es extraer el áridos porque eso evita que los ríos sigan juntando material”.
“Una de las razones de las inundaciones es esa, hoy los ríos que antes iban abajo ahora están arriba, y los pueblos que estaban arriba ahora están abajo”, sostuvo el investigador del CONICET doctorado en Ciencias Geológicas, y planteó que “todo lo que se le pueda sacar de áridos al río es un beneficio, de esa manera también se puede ayudar a subir un poco el nivel de las calles”.
Asimismo, hizo hincapié en la importancia de hacerlo “siguiendo todas las reglas del arte minero”, donde se establece cada procedimiento que contempla los estándares de extracción, como así también los de impacto ambiental y rigen para todo el territorio provincial.
“Hay que extraer el árido del cauce medio, poner el material de descarte hacia los costados, tomando todas las precauciones para las canteras húmedas, como tenemos en los ríos de Salta”, resaltó Alonso.
De esta manera, todo indicaría que el correr del tiempo en medio de la actual desidia, podría derivar en una tragedia de mayor magnitud, pues el río se abrirá paso amenazando a las urbanizaciones más bajas del municipio vaquereño. La actividad puede realizarse a un mínimo de impacto ambiental, con rigurosos controles de organismos municipales y provinciales. Actualmente la traba es una decisión judicial y política.
Revertirla, serviría no solo para prevenir un desastre anunciado, además, representaría fuentes de trabajo genuino en medio de una crisis sin precedentes como la que atraviesa nuestro país.