Especialistas criticaron el protocolo de búsqueda de personas por “desorganizado y desactualizado”.
Un 23 de septiembre en 1913, se promulgó en Argentina, la Ley N° 9.143, la primera norma legal en el mundo destinada a luchar contra la explotación sexual. Basándose en esta normativa, la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas, instauró el 23 de septiembre como el “Día Internacional contra la explotación sexual y la trata de personas”.
En Salta, la Fundación Volviendo a Casa lleva años enfrentando esta problemática e impulsando la urgente actualización del protocolo de búsqueda. Su fundadora, Isabel Soria, dialogó con Coloquial y aseguró que la situación frente a la Trata de Personas en la provincia “es netamente crítica”.
“Tenemos un protocolo de búsqueda que es viejísimo, está desorganizado y desactualizado”, resaltaron desde la Fundación Volviendo a Casa.
Del mismo modo, contó que han planteado la necesidad de que se implemente un protocolo específico para la búsqueda de mujeres, niños, niñas y adolescentes, orientado al flagelo de la Trata de Personas, con fines de explotación sexual.
“La vulnerabilidad social es el caldo de cultivo perfecto para la trata de personas, afectando a mujeres que buscan una vida digna”, lamentó Soria, haciendo hincapié en la lamentable situación económica que atraviesa el país, en el que cerca del 60% de la población está sumergida en la pobreza.
Asimismo, planteó una grave problemática en relación a la carente información en relación a las personas desaparecidas. Actualmente, la web oficial de la Policía de Salta contiene un registro de 38 personas que son buscadas, pero se han dado casos de registros de búsquedas a nivel nacional que no forman parte del registro de la fuerza provincial, como es el caso de Norma Márquez, desaparecida en junio de 2022, siendo este, uno de tantos.
Esta realidad queda aún más expuesta con el caso de Dalma Bataches, la joven desaparecida en 2017, cuyos restos fueron encontrados bajo el puente del barrio Santa Lucía. Al momento de faltar en su hogar, era menor de edad y nunca fue parte del registro de “extraviados” de la Policía de Salta. Su familia presentó la denuncia en dos dependencias diferentes, pero la investigación no prospero. Informes no hay, excusas sobran.