Escándalo en el PARLASUR: Olmedo, vergüenza internacional


El líder de los libertarios salteños fue acusado de violento por la parlamentaria paraguaya tras un operativo inédito.

Hoy debía desarrollarse una Asamblea Parlamentaria del PARLASUR, en la misma, se daría tratamiento a una nota presentada por la delegación argentina en contra de su representante libertario, Alfredo Olmedo. El escándalo se venía gestando desde que el legislador de campera amarilla, al servicio de Javier Milei, salió a dar explicaciones, más que contradictorias, sobre el pedido de que sea apartado de la presidencia del organismo.

Acusado de “atrincherarse” por algunos de sus pares, Olmedo ordenó un operativo inédito en el que exigía a los parlamentarios el uso de “pulseras” para poder ingresar, a lo que muchos se negaron rotundamente. Según informó el periodista Nicolás Fiorentino, hasta intentaron negarle el acceso al jefe de la delegación brasilera.

Si ya la delegación argentina le pedía la renuncia a Olmedo, con lo expuesto por la parlamentaria paraguaya, Jazmín Narváez, debería materializarse. “Hay algo que le quiero sugerir señor presidente, es de dar un paso al costado y evitarnos esto al resto de los otros parlamentarios”, disparó en el recinto.

“Esto es una vergüenza internacional, ya no es solamente un problema interno de ustedes, sino que se ha traído al seno de este Parlamento del Mercosur y ya es una vergüenza colectiva para todos nosotros”, continuó Narváez y remató “me he sentido mal y agraviada”.

“Nos han obstruido el acceso, para mí fue un día nefasto dentro de lo que es la organización de este Parlamento del Mercosur”, insistió.

Es así que el sojero quedó en el ojo de la tormenta, con todas las acusaciones encima y de nada le valió el apoyo que le fue a brindar la diputada nacional libertaria, Lilia Lemoine. El bochorno fue consumado, y Alfredo Olmedo cruzó la frontera para ser llamado “vergüenza internacional”.

En medio del escándalo libertario, la delegación paraguaya se levantó y se fue, la sesión no tuvo quorum por lo que el parlamentario papelonero mantendrá un poco más el poder de la presidencia del organismo, aun cuando una enorme mayoría de la delegación argentina pide su salida, y ahora, también la de otros países.


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