Entre los fundamentos aseguraron que “demostraba un pensamiento ideológico muy apegado a la propaganda de la ex Unión Soviética”.
En las últimas horas, lo que comenzó como una discusión en Instagram, terminó con amenazas de muerte al presidente, Javier Milei y la posterior detención del sujeto. El procedimiento fue llevado adelante por la Policía Federal y fue el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich quien expuso un argumento que parece sacado de las épocas más oscuras de nuestro país.
Lejos de cuestionar la detención por las amenazas propinadas al jefe de Estado, los fundamentos detallados encienden más de una alarma: “Mediante el relevamiento de sus redes sociales, se determinó que demostraba tener un pensamiento ideológico muy apegado a la propaganda política de la ex Unión Soviética. Además, contaba con vínculos con grupos comunistas que podrían llegar a realizar acciones que atenten contra el orden público”.
Al tomar estado público no faltaron críticas en las redes que incluso llegaron a preguntarse si el brujo –José López Rega- regresó, o si reactivaron la organización terrorista parapolicial de ultraderecha conocida como la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina).
La detención se produjo, como dijimos, por una discusión que el joven de 29 años mantuvo con otro usuario de la red social Instagram y, en ese intercambio virtual, amenazó con asesinar a su interlocutor y al presidente Milei “con un disparo en la cabeza” y habló de atentar en “futuras marchas a favor del primer mandatario”. La causa quedó en manos del juez Julián Ercolini, quien ordenó el allanamiento. Se trata del mismo magistrado que subrogó la causa por el intento de magnicidio contra la ex vicepresidenta Cristina Kirchner, hecho sobre el que Bullrich y Milei nunca se pronunciaron.