El presidente no cumplió su promesa y los ciudadanos de a pie sufrirán su enojo con los gobernadores.
El presidente de la Nación, Javier Milei, no pudo ocultar su enojo por el pésimo desenlace que tuvo la el debate por la Ley de Bases y a través de las redes sociales protagonizó un berrinche que quedará en la historia, incluyendo una lista de traidores, que fue rápidamente replicada por sus seguidores. La promesa del mandatario fue una reprimenda para con los gobernadores y diputados que “cuidan sus privilegios”.
Claramente, esta arremetida en contra de “los privilegios” tendría víctimas, pero no serían precisamente los gobernadores ni los diputados. La decisión de eliminar los subsidios al transporte en todo el interior, afecta directamente a los usuarios del servicio, el ciudadano de a pie.
El titular de SAETA dio una entrevista para Aries FM y pintó un panorama desolador para cualquiera que entiende lo que es moverse en el transporte público, que por supuesto, el arco político desconoce. Claudio Mohr hizo hincapié en la enorme desigualdad de la medida del líder libertario puesto que al interior le quita totalmente los subsidios, mientras que a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, le asegura un beneficio que iría directamente a los usuarios de la SUBE.
En rigor de verdad, el aumento es inevitable y el bolsillo del trabajador se apresta a ser saqueado una vez más por autoridades desalmadas. De acuerdo a las declaraciones de Mohr, los subsidios nacionales representan, actualmente con la tarifa de $290, el 15%. El 4 de marzo, con el segundo tramo de aumento definido por AMT, será de $490.
Para el empresariado del transporte, el usuario del servicio público es un mero cliente, y su objetivo, en medio del libre mercado impulsado por Milei, es solamente obtener ganancias y que estas mantengan la mayor rentabilidad a costa de lo que sea, por lo que no descartan reducir frecuencias y eliminar recorridos.
En este sentido, Mohr adelantó que, en este escenario, el boleto podría alcanzar los 1.100 pesos y aclaró que pone en riesgo la recaudación y todo el sistema, ya que muchísimos salteños no podrían costearlo.
Al hablar de estas cifras, un trabajador gastaría más de 88.000 pesos por mes, solo para ir al trabajo durante 20 días, lo que representa casi la mitad del salario promedio. Está claro que el desquite de Milei porque no le cumplieron su caprichito viene directamente por la sangre de los trabajadores.
El propio Mohr, recordó que la promesa de Milei fue que se tocaría el Fondo Compensador una vez que la economía se pusiera en marcha, la gente mejorara sus ingresos y de esa manera pudiera absorber los aumentos, cosa que no ocurrió.