La distribución del ingreso alcanzó el peor registro en 16 años.
Producto del aumento del desempleo y del impacto de la aceleración inflacionaria sobre los sectores más pobres de la población, en el primer trimestre de Javier Milei la desigualdad por ingresos creció a su nivel más preocupante en 16 años.
El Coeficiente de Gini, que mide el nivel de disparidad entre los ingresos de los más pudientes y los más necesitados, trepó al 0,467, según comunicó este martes el INDEC. De este modo, se trató de la cifra más elevada desde los primeros tres meses de 2008.
Por otra parte, el relevamiento sobre la evolución de la distribución del ingreso mostró que entre enero y marzo el decil más rico recibió 15 veces más dinero que el decil más pobre, cuando en el mismo período del año pasado esa brecha era de 14.
Los datos del INDEC reflejaron que el 62,2% de la población total percibió algún tipo de ingreso, cuando hace un año ese porcentaje era del 62,6%. El ingreso promedio fue de $369.085, un 198% más que en 2023, contra una inflación que en el mismo lapso de tiempo fue del 273,5%.
Respecto a la población ocupada, se registró un ingreso promedio de $350.593. Mientras el ingreso promedio de los primeros cuatro deciles de la población (los más pobres), fue de $118.759, el ingreso promedio del estrato medio (deciles del 5 a 8) fue de $329.826, y el ingreso de los deciles 9 y 10 fue de $855.881.
La economista y asesora de IOMA, Laura Testa, resaltó el rol que tuvo el aumento del desempleo durante el comienzo de 2024, que pasó del 6,9% al 7,7% en un año.
Testa prendió la luz de alarma respecto del salto que se está verificando en la cantidad de pobres cuyos ingresos tampoco superan la línea de indigencia. “La variación de pobres indigentes pasó de 5,5 millones a 8 millones de personas; es una brutalidad”, sentenció.
Fuente: Ámbito Financiero