Ambientalistas y vecinos denunciaron distintas irregularidades en torno a las obras del Teleférico Ala Delta.
Días atrás, el gobernador de la Provincia, en compañía de algunos de sus funcionarios, visitó las obras del Teleférico Ala Delta. De acuerdo con la información oficial, la obra registra un avance del 75% y estaría próxima a inaugurarse. El propio Gustavo Sáenz calificó como una “obra histórica” luego de un extenso historial de denuncias e irregularidades.
Asimismo, la web oficial del Gobierno de Salta agrega que “el proyecto incluye también un parque aéreo en el lugar que se posicionará como uno de los principales parques temáticos a nivel internacional. Las góndolas a incorporar, tendrán capacidad para 16 pasajeros y espacio para los equipos de aventura”, describiendo las bondades de lo que podría representar esta obra de la que muy poco se habló y que a la hora de hablar de controles, podríamos decir que, por lo menos, “tuvo mucha fortuna”.
Hace por lo menos cinco años comenzaron los idas y vueltas en torno a la obra del Teleférico Ala Delta. Al principio, lo anunciaron con bombos y platillos, pero mientras las fanfarrias sonaban, del otro lado las alertas se encendían. No pasó mucho para que las obras se suspendan por las irregularidades denunciadas por ambientalistas y vecinos.
Seguramente, existían muchas expectativas en torno a esta obra y eso se explica en el apuro de comprar muchos de los elementos, como torres y gondólas, mucho tiempo antes de que se rubricaran los permisos correspondientes para una edificación de tal envergadura. Pero quizás lo más llamativo, es que de acuerdo a las denuncias de las organizaciones ambientalistas, los desmontes, también comenzaron antes de lo que el orden de la normativa vigente estipula.
Además de las manifestaciones en el cerro Ala Delta, los vecinos también hicieron sus cuestionamientos y presentaron una medida cautelar que derivo en la paralización de la obra. No pasó mucho para que, con maniobras, cuanto menos llamativas, lograran conseguir el Certificado de Aptitud Ambiental Municipal (CAAM), para saltarse la cautelar y continuar con la mega obra.
Otras de las acusaciones realizadas por activista ambiental, Mónica Pellegrino, gira en torno al Estudio de Impacto Ambiental y Social (EIAS). “Hecho de un día para el otro y por una sola persona cuando debería haber sido confeccionado por un cuerpo de profesionales especialistas en cada área”, resaltó en una entrevista con Página 12. El EIAS fue analizado en profundidad por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF). Como resultado, se hicieron numerosas observaciones.
Vecinos y activistas denuncian por igual las irregularidades en torno a la mega obra, aun así, el avance continuó y actualmente celebran haber concretado el 75%, asegurando que “falta muy poco” para la inauguración, mientras obras en municipios se paralizan, a ésta no llegó el ajuste.
