La autodeterminación salarial lleva las dietas de los senadores del interior a superar los 6 millones y medio de pesos.
La Argentina libertaria sigue chocando con contradicciones que bordean lo irracional. En las últimas horas, se conoció que los senadores nacionales se auto otorgaron un incremento salarial digno de la envidia de cualquier trabajador que paga sus impuestos. La resolución lleva la firma del senador salteño, Juan Carlos Romero, en negrita y resaltada.
De acuerdo con el documento firmado por los legisladores, la dieta de los flamantes senadores estará compuesta de 2500 módulos básicos con otros 1000 módulos más por Gastos de Representación y por último, para aquellos del interior, que dejan su pago para supuestamente representar al pueblo, el concepto de Desarraigo le suma otros 500 módulos más, como para que no extrañen tanto.
Estos módulos, son una unidad de valor que se utiliza para definir el salario de todos los empleados del cuerpo legislativo nacional, el último acuerdo realizado en febrero de este año y elevó el monto a $ 1668,59.
De esta manera, el básico de nuestros representantes en la Cámara alta quedó fijado en $ 4.171.475, y con el plus que llaman “Gastos de Representación” que asciende a $ 1.668.590, el monto queda en la suma para nada despreciable de $ 5.840.065.
En el caso del firmante, Juan Carlos Romero y los otros dos salteños, Sergio Leavy y Nora Giménez, debemos sumarle el Desarraigo que quedaría en $ 834.295, con lo que el salariazo los dejó cobrando un piso de $ 6.674.360.
Cabe mencionar que, además, los legisladores pueden percibir otros “extras” si cuentan con antigüedad si exceden los 10 años, como es el caso de Romero que llegó al Senado Nacional en el 2007 después de 12 años como gobernador de la Provincia, y también título universitario, entre otros. De esta manera, el sueldo final podría ser bastante superior.
Al igual que Romero, Nora Giménez y Sergio “Oso” Leavy votaron a favor. Así es estimado lector, el representante de Cambiemos votó de la mano con los representantes de Unión por la Patria y ninguno se despeinó.
En tanto, los sueldos de los trabajadores se licuan minuto a minuto y vemos como algunos celebran el paupérrimo incremento en las jubilaciones. Al mismo tiempo, crecen las víctimas del ajuste por que “no hay plata”, como solía decir el presidente de la Nación, Javier Milei.
