El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, criticó el cantralismo: “Prefiero morir de pie que vivir arrodillado ante los porteños pidiendo limosna”.
Con un discurso encendido, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, inauguró el período de sesiones ordinarias en la Legislatura Provincial. Ante un recinto lleno, el mandatario brindó detalles de su gestión en materia de obras públicas, turismo, inversión sanitaria y educativa, apelando a recordar la pandemia como un obstáculo que afectó el desarrollo de su plan de gobierno.
Sáenz planteó como principal objetivo para la etapa que viene, defender a los salteños para que tengan una mejor calidad de vida y fustigó al presidente en cada oportunidad que tuvo. “Si nos insultan por defender a los salteños, que lo sigan haciendo porque vamos a seguir haciéndolo”, resaltó el mandatario. Así también, utilizó el latiguillo de que “no hay plata” cuando se refirió a obras que tuvieron que ser paralizadas
Al igual que lo viene haciendo en distintas entrevistas que dio a medios nacionales, destacó la importancia del dialogo como herramienta para alcanzar consensos.
“Vamos a pelear por lo que nos corresponde y vamos a seguir exigiendo lo que nos corresponde”, expuso el gobernador de Salta para referirse a la quita de recursos que impulsa el presidente Javier Milei con su ajuste y explicó: “No le quitan al gobierno provincial, se lo quitan a los que usan el colectivo para ir a trabajar, a estudiar o para buscar trabajo”.
Seguido de esto, Sáenz se dirigió a los legisladores nacionales y cargó contra uno en especial que le habría dicho al presidente en una reunión que “su enemigo en Salta es Gustavo Sáenz”, dejando claro que pertenece a la bancada oficialista.
El líder del Ejecutivo Provincial aclaró que no es enemigo de nadie, recordando que solo busca entendimiento, acercamiento y respeto. Asimismo, criticó a los diputados que celebraron y acompañaron las medidas de ajuste: “Me da vergüenza, me da bronca, y me da ganas de decirle que le devuelva esa banca a quien defienda a los salteños”.
“Prefiero morir de pie que vivir arrodillado ante los porteños pidiendo limosna”, disparó Gustavo Sáenz.
Lamentando la visión centralista que “lo único que hicieron es darle al centro del país y los otros seguimos mirando” llamó a privilegiar el diálogo para alcanzar “un gran acuerdo nacional que deje atrás los insultos y descalificaciones”.
Ante esta situación, adelantó que buscarán declarar la Emergencia del Transporte para hacer una evaluación a fondo de las medidas a tomar para brindar soluciones a quienes lo utilizan a diario.
“Trabajemos juntos, prioricemos Salta, independientemente de las banderías políticas y de las ideologías. No busquemos enemigos entre nosotros, luchemos contra los enemigos en común como la pobreza”, agregó.
En el cierre, recurrió a la providencia divina bendiciendo a todos e insistió una vez más con el reiterativo pedido de dialogo para mejorar la calidad de vida de todos los argentinos y si no “que Dios y la Patria nos lo demanden”.