El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, arremetió contra el presidente y le salpicó a los legisladores: “Desconocen el interior”.
Una puja por el Fondo Especial del Tabaco (FET) y la legislación impositiva de este sector tiene a todos los actores expectantes. De un lado, Tabacalera Sarandi de Pablo Otero, a quien el presidente Milei calificó como “el Señor del Tabaco”, junto a sus diputados lobbystas y del otro a empresas tabacaleras multinacionales, como Massalin Particulares (Marlboro, Phillip Morris, entre otros).
Gustavo Sáenz se pronunció ante esta situación y apuntó directamente contra Javier Milei y los diputados: “Señor Presidente no claudique ante las presiones e intereses que usted mismo ha atacado en público. No se deje ganar por el Señor Tabaco”.
Según consignó La Nación, la presión de Otero tuvo efecto y la insistencia de los legisladores acusados de lobbystas, entre los que podemos señalar a Cristian Ritondo, el jefe del bloque de Pro, Diego Santilli, Carlos Castagneto, extitular de la AFIP durante el gobierno de Alberto Fernández que no buscó cobrarle las deudas a Tabacalera Sarandí, y Carlos Zapata, el salteño de Ahora Patria devenido en libertario. Así, Milei, decidió la modificación de Impuestos Internos al Tabaco que estaba prevista en el Capítulo Fiscal del nuevo proyecto de la ley ómnibus.
Para el mandatario salteño, esto benefició a “una sola empresa” y arremetió contra Tabacalera Sarandi del Señor del Tabaco: “Se autopercibe PyME pero factura más de 800 millones de dólares; que se dice nacional pero no compra ni un kilo de tabaco argentino porque importa de Brasil”.
“Opera desde 2018 sin pagar el Impuesto Interno Mínimo y gracias a eso vende muy por debajo del precio de sus competidores”, añadió Sáenz.
Indignado, el mandatario siguió su descargo a través de la red social X: “Por este privilegio de una empresa se pierde el equivalente a un millón de jubilaciones mínimas al año en un momento en el que se le pide a los ciudadanos y a las provincias que hagan un esfuerzo histórico para equilibrar las cuentas públicas”.
Seguramente, esta será otra discusión a seguir de cara al debate de la remake de la Ley Ómnibus, en un camino sinuoso al Pacto de Mayo que también promocionó Milei en su discurso ante la Asamblea Legislativa, mismo discurso donde criticó al Señor del Tabaco, pero que ahora decidió omitir.
Qué decía el capítulo tabacalero del proyecto original de La Ley Bases
El proyecto original enviado por Milei eliminaba el componente fijo del impuesto a los cigarrillos, que está judicializado por Tabacalera Sarandí, pero que paga el resto de las empresas del sector.
Elevaba la alícuota del impuesto variable del 70 al 73%, incorporaba precios de mercado referenciales para utilizar cuando el precio de venta al consumidor informado resulte inferior al 20% del relevado (que ocurre con la empresa de Otero, según sus competidores) e incorporaba un cálculo de sanciones en base a los precios de mercado relevados, en caso de productos sin documentación o con irregularidades.
También podía impactar en la recaudación si es que en algún momento se autorizaba la distribución de vapeadores y cigarrillos electrónicos, que en caso de ser autorizados pagarían un 20% de impuestos, según el proyecto de ley original. Se trata de un porcentaje muy bajo en relación a los impuestos que pagan los cigarrillos, según planteó Otero a Clarín, pero que ahora directamente queda descartada esa opción en el nuevo proyecto oficial.
Todas esas modificaciones iban a permitir aumentar la recaudación en 922 millones de dólares por año, un 24,6%, según la consultora Abeceb. Pero se dieron de baja.