El Gobierno de Milei intenta mostrar una mejoría inexistente y los comerciantes están desesperados.
Mientras el Gobierno Nacional se apoya en crecimiento del campo para intentar disfrazar la realidad de una economía devastada, las calles hablan por sí solas y basta con ver los locales comerciales vacíos para darse cuenta. En cifras oficiales, el comercio ocupa el segundo lugar de desastre con una caída del 15,7% siguiendo a la actividad industrial que cayó un 17,4%.
La realidad es aún más desoladora que los manipulables números del INDEC. “Las ventas caen en picada desde julio. Además, agosto y lo que va de septiembre son malísimos. La gente casi no gasta, no le alcanza y lo poquito que puede juntar es para la comida”, aseguraron en diálogo con El Tribuno, mientras descreen del supuesto retroceso en la inflación.
“Hay productos que siguen aumentando. Cada dos semanas siguen llegando precios nuevos”, resaltaron.
Si a esto le sumamos el incremento en los servicios básicos, alquileres y otras cargas impositivas, la asfixia al comercio parece no tener fin. El Día de la Madre y la primavera son la nueva esperanza del sector.
“No vemos una reactivación”, sentenciaron.
Aun así, no faltan los confiados que creen que de este sacrificio podría salir algo mejor. Ciertamente, ninguna medida o anuncio de Javier Milei apunta a este castigado grupo, por el contrario, los pronósticos de un ajuste más brutal para el año próximo oscurecen el panorama.