La baja convocatoria al paro expuso la decadencia de los líderes gremiales.
La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) inició un Paro Docente en reclamo por mejoras salariales y la recomposición del Fondo de Incentivo Docente (FONID). En Salta, Fernando Mazzone, secretario General de la Asociación Docente Provincial (ADP), adhirió a la medida de fuerza, pero la docencia salteña no lo acompañó.
El acatamiento en la provincia a lo convocado por Mazzone fue bajo, aun cuando la totalidad de los docentes se vieron afectados por la quita del incentivo docente y los bajos salarios. La realidad, es que el principal problema que tiene la docencia, y no desde la llegada de Javier Milei a la presidencia, es con los representantes del gremio mayoritario.
A través del Paro Docente, el mensaje a Mazzone es de descontento y disconformidad. Desde hace años, los trabajadores de la educación en Salta han señalado a las dirigencias gremiales por los repetidos acuerdos que significaron una caída salarial, prácticamente irreparable. Los incrementos al sector se dieron en el marco de la movilización de los autoconvocados, mientras los sindicalistas ponían sus firmas a disposición del Gobierno Provincial.
Mientras tanto, el gremialista sigue haciéndole goles al arcoíris, y asegura que no firmará paritaria alguna si no se restituye el FONID, “lo pague provincia o nación”. Con estas declaraciones en Radio Salta, el gremialista deja ver más que una posición política, un guiño claro, puesto que el FONID es una conquista de una lucha histórica en la Carpa Blanca de la Dignidad. La exigencia, es que se cumpla con lo que dice la ley.
Mazzone formalizó su liderazgo en ADP en mayo de 2022. Se encuentra entre los gremialistas menos experimentados y entre los más rechazados de su sector. En muy poco tiempo, el referente sindical logró mostrar la decadencia que salpica a varios dirigentes en su misma condición. Esto la docencia lo entiende y es por ello que nadie sigue a Mazzone.