En una cena de gala y Porvernir, las personalidades de bien de la elite salteña expusieron sus intenciones.
Se brindaba poco antes de las 12, aunque no era Navidad ni tampoco Año Nuevo. Algunas sonrisas sinceras, otras un tanto fingidas, pero no faltaban chupines y vestidos de etiqueta. Con toda la parafernalia de una cena digna de lo que algunos llaman “salteños de bien”, el clima en FUNDARA -la fundación de la familia Romero- era de celebración. Pero sin dudas lo que más sorprendió a los comensales no fueron las habilidades del chef, sino los anuncios que no tardarían en filtrarse.
El solo hecho de la invitación produjo todo tipo de entredichos. Los menos adeptos, no escatimaron en sarcasmo a la hora de confabular que la pomposa cena sería para conmemorar la brutal derrota sufrida por Bettina en mayo del año pasado, pero no, como ya lo dijimos, había anuncios en la galera.
Con la presencia de algunos ex funcionarios de la ex intendenta, amigos y otro tanto de aliados estratégicos, hizo su entrada triunfal el patriarca de la familia con una cálida recepción, el senador Juan Carlos Romero.
Al papá se le vence el mandato como senador Nacional el próximo año, y como todos sabemos no es el primero. Juan Carlos Romero arribó a la Cámara de Senadores poco después de terminar sus tres mandatos como gobernador de Salta, desde ese momento no pasó un minuto lejos de su banca.
Juan Esteban, aunque los salteños prácticamente no lo hayan visto y no quiera salir en la foto, es diputado provincial desde el 2021, por lo que su mandato se termina al igual que el de su padre, en 2025.
Bettina, la primera intendenta mujer de la Ciudad de Salta, actualmente se encuentra fuera de la función pública tras dejar la intendencia en diciembre de 2023, pero habría un ofrecimiento de sumarse al Gabinete Nacional en el cajón.
No se puede negar la habilidad de la familia Romero para mantenerse en el papel de protagonistas de esta novela dramática que es la política local. Ahora, subidos a la coyuntura, el romerismo acerca sus embajadores a La Libertad Avanza, pero mantiene prudencial distancia de la figura del presidente Javier Milei y muchos hablan de la “muy buena” relación con la vicepresidenta, Victoria Villarruel, compañera de trabajo en el Senado Nacional.
Con este contexto, la cena en FUNDARA ya tenía más tinte de prueba de lealtad que otra cosa, pero el clímax de la noche, estaría por llegar.
Las copas repletas de Porvenir, esperaban el momento del brindis que se daría ante los anuncios de ambiciones prematuras. Bettina, Juan Esteban y Juan Carlos confirmarían así sus intenciones de continuar aferrados a los cargos políticos. Padre e hijo, buscarían entonces renovar sus bancas, mientras que la ex jefa comunal volvería a competir por un puesto Ejecutivo, ahora sería el Provincial, con ansias de convertirse en la primera gobernadora.
Todavía falta mucho para el nuevo período electoral, pero está claro que, con un huevo en cada canasta, los Romero se van abriendo camino para jugar de un lado o del otro y no piensan dejar pasar el tren.