El pueblo no la ve, la hace


Crónicas de un contrapunto generacional sobre las marchas por la educación pública.

Por primera vez para un medio los periodistas Maxi Ro y Joao Rodríguez, padre e hijo, escriben juntos y reflexionan en colaboración especial para Coloquial. Ambos cronistas abordan en un contrapunto generacional las marchas por la educación pública, un tema principal en dos miradas particulares.

El pueblo no la ve, la hace

Por Joao Rodríguez

La multitudinaria marcha en defensa de la educación pública del pasado martes, dejó en evidencia que en tiempos de crisis crece la consciencia social y su respectivo impacto en el ámbito gubernamental.

El día miércoles, las tapas de todos los diarios del país y varios de habla hispana amanecieron plagadas de fotos de la masiva movilización que había acontecido el día anterior. En cada minúsculo rincón del país en donde cualquier hijo de obrero o patrón pueda hacer uso pleno de su derecho de educarse había alguien en la calle.

En Chaco un grupo de obreros desde lo alto de una obra en plena construcción mostraron su apoyo alzando las manos cual hinchada deportiva. Y es que sí, sus hijos están jugando el superclásico de toda la vida, oprimidos vs opresores. El día miércoles la cámara de diputados no dio quorum para tratar el presupuesto, entre varias razones por ausencia del bloque radical, originalmente llamado Reformista. Por esta razón, un colectivero le gritó en vivo al diputado cordobés Rodrigo De Loredo “da quorum para el presupuesto, sorete, después de sacarte fotitos”, ante la indisimulada mirada incómoda del dirigente, que representa muy bien el sentimiento de muchos políticos que desde que asumió el nuevo gobierno, cotizan sus ideales en una bolsa de valores.

El aliento de esos obreros y las palabras del vocero popular que compartió su pensamiento con el diputado reflejan el profundo momento de crisis socio económica y política que sufre nuestro país y que exige desde las bases de la estructura social un cambio inevitable. Ante esto, también la oposición se manifestó al respecto. El expresidente Alberto Fernández criticó en la red social X el superávit fiscal que Javier Milei anunció en cadena nacional la noche previa a la movilización a su vez que se mostró a favor de la misma, lo que desencadenó un intercambio de chicanas en la red, estilo fiel del capusotesco presidente. Lo mismo ocurrió con la expresidente y ex vicepresidenta Cristina Fernández, quien también recalcó el tema del superávit y dijo irónicamente que se sorprendía de que el mandatario no hubiera dicho “no fue magia” como acostumbra y también se refirió a la marcha, además de que tuvo una curiosa participación en la misma, agitando desde el balcón del instituto patria un buzo de la universidad nacional de la plata, de donde se recibió de abogada; y siendo ovacionada por los asistentes. Para agregar una cerecita sobre la torta que todavía no terminó de comerse este gobierno, la exmandataria cerró su tweet diciendo: “Creo que es una buena oportunidad para reflexionar sobre este particular momento de la historia argentina, sobre este experimento del anarco-capitalismo y el sacrificio inútil al que está siendo sometido el pueblo argentino”. Confirmó que el día sábado 27/4 brindara un discurso en la inauguración de un estadio en Quilmes que lleva el nombre del difunto Néstor Kirchner.

El pueblo no la ve, la hace, naturalmente cuando pretenden arrebatarnos los sueños, somos su pesadilla, logramos que después de casi 5 meses de gobierno que han sido como navegar a bordo de un barco sin saber el rumbo del navío ni tampoco el de la psique del capitán y una tripulación que aparentemente no hace otra cosa que esperar su encallamiento, se reestablezcan las comunicaciones con la costa. Logramos que después de 5 meses, la oposición deje de ser Lali Esposito y que algunos sectores de la sociedad, cada vez nuevamente mayoritarios tengan un refugio democrático y útil en donde resguardar su futuro.

Al que no le gusta …

Por Maxi Ro

Entre el mayo francés y el abril argentino pasaron seis décadas. Nada en el mundo de este 2024 se parece ya al mundo en 1968. Ni en Paris, ni en Bs As. Sin embargo, el impacto de sus consignas en la población y en su futuro político, puede ser uno de los pocos -pero importantes- paralelismos posibles entre ambas manifestaciones estudiantiles.

Desde aquel romántico “la imaginación al poder”, hasta nuestro esclarecedor: “universidad de los trabajadores”. La fuerza de las palabras y la letalidad de las ideas.

En ambos casos puede verse la consigna, como esa idea fuerza capaz de despertar a las masas, de tamaña pesadilla nacional.

Por el momento, la imponente manifestación de apoyo popular favor de la universidad argentina, resucita hasta las almas de la peor oposición. Y además logró hacer reaccionar al gobierno más reaccionario de la joven historia argentina. Existe el peligro de perder el partido mientras se festeja un casi gol.

A nadie debe escapar que la plebiscitaria manifestación del 23/A es apenas una fotografía, que hasta el momento recompuso la moral de la nación más despierta, pero también aceleró los siniestros pasos del poder ajustador. El debate parlamentario y la entrega de escaños por parte de los gobernadores es la muestra evidente de la reacción reaccionaria.

Tras la movilización de pueblo argentino no quedan dudas del apuro gubernamental, en lograr el apoyo político de sectores, anteriormente calificados como la casta.

El único fin en esta negociación espuria es el suministro de billetes verdes a manos del FMI.

En La Rosada saben que la última bala posible son esos dólares frescos que dependen de la aprobación política del rumbo político. Solo así podría el gobierno ganar un par de meses y ver qué pasa.

Incluso la movilización popular subió al ring a una expresidenta que se creía disfrutando de una jugosa movilización.

El debate cultural entre un modelo deshumanizante y violento, y la incipiente reacción de humanismo argentino, en realidad expresa la grieta impuesta por el secuestro de la investidura máxima en diciembre de 2023.

En la Argentina de hoy es imposible ser opositor, en términos civilizados hasta ahora conocidos. Toda crítica al poder o sus decisiones hambreantes, convierte al expositor en un enemigo señalado por el gobierno de las redes sociales, aislantes y violentas. Esta anulación de la discusión deja de lado cualquier posibilidad de debate político pacifico.

Más temprano que tarde asistiremos a la definición de lo que este abril inauguramos los argentinos de bien.

Ojalá ese día cercano no sea una derrota histórica, como la imaginación al poder.

Amalaya en cambio sea una jornada para tatuar en nuestros corazones lo que voces anónimas sembraron en nuestra voz:

¡¡UNIVERSIDAD DE LOS TRABAJADORES!!


2 thoughts on “El pueblo no la ve, la hace

  1. dos miradas generacionales, escritas de manera clarisima …felicitaciones a ambos (padre e hijo)

  2. Joao que maravillosa mirada sobre este tema y que bueno que la vida los junte para el aporte coyuntural de algo que nos atañe a todos los argentinos.

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