Un grupo de diputados de La Libertad Avanza pasearon por el Penal de Ezeiza y hasta merendaron con los condenados por delitos de lesa humanidad.
“El que las hace las paga”, repiten los libertarios mientras piden bajar la edad de imputabilidad y no se ahorran ensañamiento a la hora de exigir cárcel para los delincuentes. La realidad, es que toda esa perorata no es más que un discurso para enardecer a la militancia libertaria para saciar su apetito de insultar por las redes, pues terminaron enredados con algunos de los peores delincuentes que parió nuestra patria, condenados por asesinatos, torturas, desapariciones, robo de bebés y otros aberrantes delitos de lesa humanidad.
Si bien en el escándalo se involucra a 13 diputados nacionales de La Libertad Avanza, donde se incluye a dos salteños, la realidad es que muchos otros personajes intervinieron para concretar la más repudiable visita de los últimos tiempos. En esta nota, intentaremos resumir una historia que no fue casual y contó con la organización de un sacerdote de la Iglesia Católica, hijo de un genocida, Javier Olivera Ravasi.
La teoría de los dos demonios y una supuesta guerra contra los marxistas, con una historia de pedir “la verdad completa”, ha sido un discurso que impulsó Victoria Villarruel y que en el último 24 de marzo, aniversario del Golpe de Estado, replicó nuestra diputada, María Emilia Orozco, se quedó cortísimo, pues cocinaban algo mucho peor.
Casi al mismo tiempo, empezó todo como un grupo de WhatsApp. Con el cura como administrador y motivador, lograron juntar el primer puñado de legisladores que participarían de la creación de un proyecto de ley, que consistía en nada más y nada menos que concederle el beneficio de la prisión domiciliaria a los represores condenados por delitos de lesa humanidad, durante la última dictadura cívico – militar, aunque ellos no lo reconocían abiertamente y preferían disfrazarlo de “libertad a presos políticos”, con un grado de caradurez inusitado.
De acuerdo al informe del periodista Mauro Federico para Argenzuela de C5N, los 13 virtuosos legisladores que acompañaron la Olivera Ravasi en esta tertulia digital fueron: María Emilia Orozco, Carlos Zapata, Santiago Santurio, Gerardo Huesen, Beltrán Benedit, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro, Lilia Lemoine, Nicolás Mayoraz, María Fernanda Araujo, Lourdes Arrieta, María Celeste Ponce, y Alberto Arancibia.
Así se lanzó la convocatoria y luego se materializaría en un encuentro en Montevideo 871, la casa del cura. El anfitrión con curiosa insistencia y persuasión, esperaba con empanadas a los legisladores que debían hacer realidad su anhelo. La filtración de las capturas con mensajes de texto, evidenciaría la presencia de Orozco, que llegó exactamente 16 minutos después del horario de la cita. La salteña, que hasta ahora no gestionó nada para Salta, escribió un breve y sutil: “Abajo”.
“Estamos tranquilos de que no hicimos nada malo”, sostiene la referente del olmedismo libertario que consiguió una banca en el Poder Legislativo que los condenados genocidas cerraron alguna vez. Ahora cabe preguntarnos, si no era nada malo ¿Por qué lo disfrazaron y ocultaron?
Más reuniones derivaron en conclusiones, en el WhatsApp llegaron los primeros bocetos del proyecto de ley de abogados que se sumaron al grupo de los 13 y el cura. Pero para lograr el objetivo no podía faltar la opinión de los condenados, por lo que tuvieron que concretar visitas a Campo de Mayo y al Penal de Ezeiza, donde se encuentran alojados.
Fue la diputada de La Libertad Avanza, Lourdes Arrieta, quien dio todos los detalles sobre esta visita y manifestando su arrepentimiento presentó una denuncia en la Justicia por el aberrante acto, señalando que fue presionada y llevada engañada a la unidad carcelaria. Arrieta, expuso también al titular del bloque libertario en la Cámara baja, Gabriel Bornoroni y al presidente del cuerpo, Martín Menem, sobrino del miserable presidente que alguna vez firmó los decretos indultando a los genocidas, entre los que estaban Videla, Massera, Martínez de Oz, y Suarez Mason, padre de uno de los que ahora pretenden soltar los libertarios.
El grupo de los 13 se fue reduciendo y al penal solo habrían ingresado 6 a bordo de una camioneta oficial de la Cámara de Diputados. Sin requisa, ni un registro formal, los legisladores lograron entrar hasta con sus teléfonos particulares y vaya a saber con qué más. El único papel que lo documenta es uno escrito a puño y letra en el pabellón. Más tarde se confirmaría que fueron en realidad dos visitas y que en una de ellas recibieron el texto con recomendaciones para el proyecto que tramaban. En este papel, se puede leer “Orozco María”, aunque ella lo niega por no salir en la escatológica foto que sacaron como broche de oro.
Recién después de esto, la diputada Arrieta reconoció la gravedad de lo sucedido, se apartó del grupo y pidió perdón. Los restantes, elaboraban un comunicado que nunca se publicó y los detalles quedaron debajo de la alfombra, hasta la filtración en los medios de comunicación. Más tarde, reconocería presiones de sus pares y de “un NN” en nombre del Poder Ejecutivo que conduce, Javier Milei.
Carlos Zapata niega todo, se hace el desentendido, pero su nombre aparece en las capturas publicadas. Lo mismo hizo Lilia Lemoine ahora no sabe de qué más disfrazarse para encontrar justificativo a lo que ella misma definió como “ir a visitar octogenarios”.
Los 6 que recorrieron el penal fueron: Beltran Benedit, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo y Rocío Bonacci.
Estos cruces internos y la filtración de las nefastas intenciones demoraron la presentación del proyecto para mandar a la casa a los genocidas. Ahora, todo el descarado grupo enfrenta, además de la denuncia, la posible destitución tras el pedido de la creación de una Comisión Investigadora, hecho que motivó las maniobras de Menem y sus secuaces para frustrar la sesión en la Cámara de Diputados.
Los diputados libertarios de Salta siguen extraviados en su rumbo. Su líder político quitó subsidios al transporte a nuestra provincia, mientras los mantiene en CABA donde el precio del boleto es la mitad. Orozco se cansó de hablar de la docencia a lo largo de la campaña y ni siquiera se pronunció sobre la quita del Incentivo Docente, junto con Zapata, se concentran más en Grupos Parlamentarios de Amistad que en sus representados.
Resulta menester que se apliquen sanciones proporcionales al aberrante acto y que las mismas resulten ejemplificadoras para evitar futuras aberraciones como esta.