Desde diciembre aseguran que la demanda de combustibles cayó un 16%.
Si algo le faltaba al bolsillo del argentino promedio, era un nuevo golpe al bolsillo que ya se tambalea contra las cuerdas y tocó la lona en reiteradas oportunidades mucho antes de que termine el round. Pues es justamente lo que pasará con el nuevo anuncio de otro incremento en el precio de los combustibles para el mes de abril, y advierten que rondaría el 5%, pero podría alcanzar hasta un 9%.
Lo cierto es que esta situación que en un principio alegraba a los empresarios del expendio de combustibles, se convirtió en preocupación y grave. Desde el sector aseguran que la demanda de combustibles cayó un 16% desde diciembre del 2023, justo tras la llegada de Javier Milei y su primer “sinceramiento” de precios, usando las mismas palabras que usó.
Para abril la suba mínima de los combustibles será de 4,2% y promediará casi 5% en todo el país, pero no se descarta que por al encarecimiento de los biocombustibles, la devaluación mensual del 2% o la escalada del crudo internacional llegue a 9% en promedio.
“La demanda cayó 16% promedio desde diciembre del 2023 a febrero pasado en el país, pero las versiones Premium bajaron hasta 23%”, dijo el presidente de la Cecha, Isabelino Rodríguez.
El incremento se debe a la entrada en vigencia de una nueva actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que según decidió el Gobierno nacional, deben ajustarse mensualmente hasta ponerse al día. Para ello se dispuso un esquema de traslado de los cargos tributarios pendientes desde el tercer trimestre de 2021 hasta el mismo período de 2023. Los incrementos que faltan corresponden a abril y mayo próximo. A partir de junio Economía y la Secretaría de Energía deben poner en marcha un nuevo esquema de actualización del ICL y IDC.