El aceitunero libertario, Alfredo Olmedo no pudo contra las acusaciones en su contra y fue desplazado del parlamento.
Alfredo Olmedo, conocido referente político de La Libertad Avanza en Salta tras entregar su partido político a Karina Milei, llegó al final de un nuevo papelón en su historial. Los salteños, acostumbrados a esto, ya no se sorprenden y la bochornosa salida del PARLASUR, será tan solo una mancha más al sojero/aceitunero.
Un total de 50 parlamentarios votó a favor de quitarle a Olmedo la presidencia de tan importante parlamento, y tan solo 12 intentaron sostenerlo, los restantes cuatro prefirieron abstenerse. Así, y al borde de quebrar en llanto, el ex diputado nacional tuvo que abandonar el lugar de autoridad, invitando a su sucesora a ocupar el sillón que dejaba.
Fabiana Marín, también de La Libertad Avanza, ocupará el lugar de Olmedo, que se va envuelto en críticas, acusaciones y, como lo dijimos, un nuevo papelón.
A mediados de marzo, parlamentarios hicieron la primera presentación pidiendo que se aparte al sojero como autoridad del PARLASUR, argumentando “pérdida absoluta de confianza en el desempeño de las funciones, la extralimitación de sus facultades al haber incumplido la voluntad consensuada de los parlamentarios respecto a la integración de las comisiones y la falta de respeto con sus pares nacionales”, como detallaba la misiva.
Olmedo primero intentó negarlo, luego dijo que todo era una operación política en su contra y terminó cuerpo a tierra pidiendo el apoyo al presidente de la Nación, Javier Milei, que le dio lo máximo que le podía dar: una foto.
Seguido de esto, fue envuelto en un escándalo mayúsculo cuando se inventó un operativo de seguridad en el PARLASUR, intentando impedir la entrada a otras delegaciones. Esto fue expuesto en el pleno y fue la parlamentaria paraguaya, Jazmín Narvaez, quien lo lapidó: “Hay algo que le quiero sugerir señor presidente, es de dar un paso al costado y evitarnos esto al resto de los otros parlamentarios Esto es una vergüenza internacional, ya no es solamente un problema interno de ustedes, sino que se ha traído al seno de este Parlamento del Mercosur y ya es una vergüenza colectiva para todos nosotros”.
La versión de Olmedo sobre “la operación en su contra” y que solo se trataban de “críticas de algunos medios”, se caía a pedazos. Aun así, algunos intentaban sostenerla.
Pero como era de esperarse, lo que tenía que pasar, pasó y Alfredo Olmedo ya no es presidente del PARLASUR. La gestión del salteño, ahora enrolado en La Libertad Avanza, es criticada por múltiples sectores del organismo regional, tanto de la delegación argentina como de otros países.
En síntesis, de nada le sirvió al aceitunero de campera amarilla pegarse a Karina Milei. Las gestiones de Lule Menem, también cercano a Karina, y los llamados sobre la hora, tampoco modificaron ni un poco lo inevitable.
Y es que como lo describieron sus propios pares: “Olmedo había abusado de sus funciones excluyendo a parlamentarios de comisiones de forma arbitraría. Además, en la sesión de marzo impuso la presencia de personal de seguridad en los ingresos al recinto generando fuertes tensiones y hasta situaciones de contacto físico indebido con parlamentarios de Brasil y Paraguay que lo denunciaron públicamente. Para completar el cuadro de inadecuaciones y conductas despóticas, quitó los micrófonos de los atriles de los parlamentarios impidiendo que pudieran expresarse de manera libre, condición natural y necesaria de toda institución de representación”.