El sojero, su padrino político, arrastra denuncias por Salta Forestal, explotación y hasta un indecoroso archivo.
En las últimas horas, medios nacionales y provinciales se hicieron eco del discurso de María Emilia Orozco en la Cámara de Diputados de la Nación, puesto que la legisladora aprovechó hacer toda la leña posible del árbol caído, apuntando a Máximo Kirchner, calificándolo como “heredero de la corrupción”.
La diputada no ahorró adjetivaciones y hasta acusó al hijo de la ex presidenta Cristina Fernández de tenerle alergia a trabajar.
“He trabajado duro para trabajar a esta banca porque entiendo que desde acá se hace la verdadera transformación y no soy hija de nadie, vengo de muy abajo”, manifestó Orozco y aunque no sonaron los violines del Titanic, muchos se creyeron el sentido cuento.
Y si bien la legisladora hace una auto referencia asegurando que “no es hija de nadie”, la realidad es que su parentela le sirvió para abrir las puertas de la política a través de Alfredo Olmedo, el ex diputado nacional y heredero de un imperio sojero construido a base de tierras del estado prácticamente regaladas, por las cuales existen denuncias en la Justicia Provincial, estamos hablando de Salta Forestal.
Para repasar, María Emilia Orozco trabajó como prensa durante la campaña de su pariente, lejano según ella, el multidenunciado Gustavo Orozco, continuando durante algún tiempo de su mandato como diputado provincial. Gustavo Orozco tenía su sede partidaria en un predio de Alfredo Olmedo, donde alguna vez funcionó una de las empresas, que las malas lenguas dicen que fundió.
Más tarde, María Emilia se convertiría en concejal para quejarse de la dieta de sus pares a meses de abandonar esa banca, trampolín que le valió para llegar al escaño que hoy ocupa en la Cámara baja.
Cabe señalar que este padrino político de partido propio, supo crear todo tipo de acuerdos con distintos sectores de la política local, donde para beneficiarse no distinguía entre kirchnerismo, urtubeycismo y romerismo.
Otro de los escándalos que salpicaron a Olmedo, tuvo lugar en las afueras de un motel de alojamiento de Camino a la Isla en la capital salteña, hechos que motivaron denuncias por violencia y agresiones.
A la hora de hablar de alergias al trabajo, el patrón de estancia Alfredo Olmedo podría ser calificado, además, como “alérgico a los derechos de los trabajadores”. En el año 2011, AFIP detectó dos predios que albergaban a 400 trabajadores que viven en “condiciones infrahumanas” en un olivar de la provincia de La Rioja correspondiente a la empresa Alfredo Olmedo S.A., en un operativo que involucró a 20 inspectores.
Los trabajadores vivían en dos predios en los que 360 de ellos dormían en carpas de nailon, y los restantes en dos precarias habitaciones de un parque industrial. Además, Los inspectores encontraron dos precarios asentamientos, donde se alojaban los empleados de la firma. Por un lado, 33 adultos y 3 menores vivían en un predio dentro del Parque Industrial, donde dormían en dos habitaciones y sobre cartones apoyados en el piso, compartiendo un solo inodoro.
Por otra parte, se encontró un “campamento” con 120 carpas de nailon, armadas con palos apoyadas sobre la tierra (sin piso), en las que vivían de a 3 trabajadores. En ese momento Olmedo se había defendido de las acusaciones en su contra justificando el empleo en negro en el sector por los planes sociales: “La gente que tiene planes sociales no quiere trabajar en blanco porque pierde su plan social”, sostuvo el legislador. Y agregó “Entonces uno no los puede tomar y la cosecha se cae”.
En el 2018, El Liberal informaba otra situación de las mismas características, exponiendo que el padrino político de Orozco no había cambiado sus viejas mañas. “Una mujer, oriunda de La Banda, hizo la denuncia en la Comisaría 14 de cómo son explotados en una finca ubicada en La Rioja y cuyo propietario sería el diputado del PARLASUR, Alfredo Olmedo.
Con la tuya contribuyente
Eco-Desarrollo, de la familia Olmedo, fue concesionaria por decadas de 160 mil hectáreas del predio provincial conocido como Salta Forestal. En 2011, la Auditoría de la Provincia comprobó serios incumplimientos de Olmedo con respecto al pliego original de concesión.
Urtubey renunció a la acción legal iniciada en 2011 por lesividad del contrato. Libre así de culpa y cargo, Olmedo retiene a su vez por los próximos 45 años las tierras más productivas de Salta Forestal –ya sin ningún derecho a reclamo por parte de la provincia.
El broche de oro de esta maniobra es que a Olmedo , que debía pagar un canon del 10% de valor de la producción, mediante el decreto se le perdonó una deuda no menor a 250 millones de pesos, en aquel momento.
En 2017, la Fiscalía de Estado, a cargo de la ahora diputada nacional de Unión Por la Patria y apoderada del PJ, Pamela Calletti, mantuvo los lineamientos de Urtubey. La fiscal argumentaba que si el Estado pone a producir las tierras devueltas, tendremos mayores beneficios económicos que cobrando canon. Lo cierto, es que más allá de los beneficios a futuro para el Estado, la deuda generada en el pasado por Olmedo sigue sin ser pagada, con el agravante que el fisco se perdió de ganar más recursos produciendo por sí mismo en lugar de concesionar las tierras.
En resumen, fue durante esos mismos gobiernos a los que María Emilia Orozco le endilga “la mayor corrupción” y de la que Máximo Kirchner sería el heredero, los que le allanaron el camino para que la familia Olmedo obtenga una rentabilidad única con bienes del Estado que ahora dicen combatir bajo la bandera libertaria, sin pagar nada. Pero está claro, que como lo dijo la propia diputada, ella “no es hija de nadie”.